A pesar de la lamentable caída ante Universidad de Concepción, una emotiva y memorable jornada se vivió el lunes en el Estadio Chinquihue, cuando el Club de Deportes Puerto Montt le brindó una última despedida a David Silva.
David, de 47 años, falleció en el Hospital de Puerto Montt luego de sufrir una descompensación en el Chinquihue mientras el Velero derrotaba a Melipilla, dejando atrás a su señora, Claudia Vargas, y a sus hijos Felipe, Anasol, Daniel y Dante, quienes en compañía de otros familiares y amigos asistieron ayer, invitados por el club, al partido contra los del Campanil.
Durante el fin de semana, desde la barra y la municipalidad gestionaron la instalación de una placa en memoria del fallecido hincha, que se montó en el asiento que ocupaba regularmente para ir a ver a los Delfines y en el que se encontraba esa fatídica noche.
Y ayer, antes del partido, una comitiva del directorio del club, encabezada por el presidente Germán Mayorga y por los directores Artemio Villalobos, Anselmo Durán y Marcelo Opitz, entregó un ramo de flores y dos camisetas a los familiares de David.
Luego, ya con los jugadores en cancha, el Chinquihue le dedicó un sentido minuto de silencio, con lo que culminó el homenaje a David Silva, el hincha cuyo nombre será siempre recordado.